El melanoma, especialmente en sus fases avanzadas, es un tumor difícil de eliminar y tiene muchas maneras de evadir los fármacos utilizados. Ahora, una investigación que se publica en Nature Communications, ha identificado que algunos pacientes con melanoma resistentes a los inhibidores de la proteína quinasa B-RAF, como vemurafenib, presentan amplificaciones en dicha proteína. En pocas palabras, mediante el aumento de las copias de la mutación del gen BRAF, el melanoma se hace resistente al producir una mayor cantidad de la citada proteína y superar así el efecto de los inhibidores.
Estos datos, señalan los investigadores de la Universidad de California, en Los Ángeles (EE.UU.), muestran algunos de los mecanismos de resistencia de los tumores de estos pacientes con melanoma y sugieren una forma alternativa de tratamiento de los melanomas resistentes. Los hallazgos podrían conducir a formas alternativas de prevención o tratamiento de los melanomas resistentes.
La proteína quinasa B-RAF se encuentra mutada en una gran proporción de los melanomas. Los inhibidores de B-RAF, como vemurafenib, se han desarrollado para tratar este tipo de tumores. Desgraciadamente, una parte de los pacientes con melanoma desarrollan resistencia a los medicamentos y experimentan recidivas.
MUTACIÓN BRAF
Alrededor del 50 por ciento de los pacientes con melanoma metastático son portadores de la mutación BRAF, y pueden ser tratados con vemurafenib, fármaco ya aprobado en EE.UU. y Europa. Sin embargo, los oncólogos no pueden suministrar más dosis de este medicamento a estos pacientes para combatir el aumento del número de genes mutados BRAF, porque la dosis aprobada es la dosis máxima tolerada, explican. Sin embargo, tal vez podría administrarse con otros inhibidores de vías de señalización celular en el melanoma metastásico, para así tratar de impedir que los tumores se vuelvan resistentes.
Los investigadores, coordinados por Roger Lo, secuenciaron los genes de 20 pacientes antes y después de desarrollar resistencia a vemurafenib. Los resultados mostraron que 6 de los pacientes presentaban un incremento en el número copias del gen mutante B-RAF; además, las líneas celulares derivadas de estos pacientes también mostraron un incremento en la activación de la quinasa ERK.
Los expertos trataron células tumorales, cultivadas en el laboratorio, con vermurafenib y moléculas que bloquean la activación de ERK. A su juicio, esta combinación podría ser una alternativa para tratar a estos pacientes.
Autor: S. Gutiérrez
Fuente: ABC Periódico Electrónico S.A.
Comments are closed.