¿Será celiaquía, doctor?

Infertilidad, anemia, dolores articulares, depresión, diabetes, fatiga crónica, e incluso abortos recurrentes, son algunas de las múltiples formas de las que se disfraza la enfermedad celíaca (EC), “despistando” a los propios médicos y dificultando su correcto diagnóstico durante años o incluso durante toda la vida, de hecho se calcula que sólo un 10% de los celíacos está diagnosticado.

“Lo mejor que le puede pasar a un celíaco es que tenga diarrea”. Con esta expresión el doctor Luis Ortigosa, pediatra y experto en enfermedad celíaca del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (Hunsc), advierte de que los trastornos digestivos son sólo una de las numerosas manifestaciones de esta patología, frente a lo que tradicionalmente se piensa.

El doctor Ortigosa explica a DIARIO DE AVISOS que el abanico de signos y síntomas de la EC es tan amplio que, en muchas ocasiones, quienes la padecen, sufren constantes y diversas afecciones, desconociendo que su intolerancia permanente al gluten se está manifestando en otras partes de su organismo, mediante síntomas “tan poco específicos como variados”.

“Un ejemplo claro es la falta de hierro en las mujeres. Generalmente se achaca a menstruaciones abundantes, pero no siempre es así. Muchas mujeres con anemia persistente y rebelde al tratamiento con hierro son personas celíacas, en las que la causa de su anemia no es debida a las pérdidas por la regla sino a problemas en la absorción de hierro”, apunta el doctor quien recuerda la vivencia de una de sus pacientes; “le decían que su anemia era por la menstruación y le recetaban hierro, pero siempre andaba decaída. Tras diagnosticar su celiaquía con los análisis pertinentes, y aplicarle el tratamiento la joven comenzó a sentirse una mujer nueva, pues desaparecieron la anemia, la fatiga y el cansancio que arrastraba desde hacía años” cuenta.

La EC puede presentarse en forma de trastornos digestivos como diarrea, dolor abdominal, y pérdida de peso pero también de forma extradigestiva con anemia, erupciones cutáneas, problemas neurológicos y endocrinológicos a diferentes niveles. Por lo general, los síntomas digestivos se corresponden a edades tempranas, pero los extradigestivos suelen darse a partir de la adolescencia. Con estas premisas, una persona celiaca puede pasar aparentemente por sana, hasta presentar cualquiera de los síntomas citados (muchos de ellos enfermedades por sí mismas) en cualquier momento de su vida. Así, los especialistas estiman que una de cada 100 personas es celiaca.

Desmontando mitos
La afirmación de que la celiaquía sólo afecta a los niños es incorrecta. La EC puede presentarse a cualquier edad sólo que en los niños se detecta con más facilidad ya que lo hace con trastornos digestivos, cuna vez que comienzan a introducirse en su dieta alimentos con gluten, tras el periodo de lactancia.

Uno de los errores más comunes es confundir la EC con una simple alergia al gluten, como puede suceder con los alérgicos a la leche o al huevo, o los intolerantes a la lactosa, pero no es así. Luis Ortigosa insiste en que mientras que las alergias citadas pueden llegar a desaparecer con los años, la intolerancia al gluten es de carácter autoinmune y permanente. Hoy en día la celiaquía no se cura pero se puede vivir con ella sin ningún síntoma, siempre que se cumpla el único tratamiento posible, y el más eficaz: una dieta sin gluten estricta y permanente, de por vida.

Otro de los mitos que giran en torno a la EC es su carácter hereditario. La celiaquía no es hereditaria, pero tiene una base genética, de forma que todas las personas celíacas manifiestan siempre unos genes característicos, que se denominan HLA DQ2 o DQ8. Por eso, el estudio de estos genes es de gran ayuda en el diagnóstico de esta enfermedad. Aunque se sabe que existen otros genes implicados en el desarrollo de la celiaquía, actualmente en fase de investigación, y cuyo descubrimiento puede abrir en el futuro las puertas para la curación de esta afección.

Hoy se sabe que el único tratamiento que se ha demostrado eficaz para controlar la celiaquía es la dieta sin gluten con carácter permanente. Esta proteína se encuentra principalmente en semillas como el trigo, el centeno, la cebada, la avena; de igual manera, está presente en derivados del trigo como el triticale, híbrido de trigo y centeno; la espelta, especie de trigo, propia de países fríos y terrenos pobres; y el kamut. Sin embargo, cereales de consumo habitual como el arroz o el millo no contienen gluten, y pueden ser consumidos libremente por los celíacos.

En este punto es necesario destacar que el trigo es uno de los cereales más utilizados en la dieta occidental ya que forma parte de la manufacturación de gran cantidad de alimentos, de hecho, un 70% de los productos de un supermercado contiene gluten. En Canarias tenemos que prestar especial atención al gofio. En teoría el único que pueden consumir los celiacos es de millo, cereal que no contiene gluten. El problema radica en que si ese gofio se ha molido en el mismo molino que se utiliza habitualmente para otros cereales estará “contaminado” por gluten.

Con el fin de evitar los riesgos de la contaminación cruzada la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), que edita anualmente un listado de alimentos aptos para celíacos, ha impulsado un sello de garantía conformado por un octógono verde con una espiga de trigo en su interior. El doctor Ortigosa alerta sobre el símbolo internacional de la espiga barrada (icono circular con una espiga marrón en su interior). Éste significa que el alimento en teoría está libre de gluten, pero no garantiza su inexistencia, por lo que no todos son aptos para celiacos. Igualmente hay que prestar atención a los medicamentos, ya que algunos tienen el gluten como excipiente.

Como sucede en todas las enfermedades el diagnóstico precoz es fundamental. Por tal motivo, y con el fin añadido de que tanto los padres como el personal de los centros escolares y puedan atender correctamente a los niños con EC, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias en colaboración con el doctor Luis Ortigosa, ha lanzado la Guía Didáctica sobre la enfermedad celíaca, que ya se distribuye en los centros escolares del Archipiélago. Además se recomienda a los profesores y cuidadores que conozcan esta patología.

Autor: Ángeles Riobo