En un reciente artículo aparecido en ‘Blood’, revista publicada por la American Society of Hematology, un grupo multidisciplinario de investigadores coordinado por el doctor Marcos Malumbres, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y el doctor José Fernández Piqueras, perteneciente al Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), al Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC) y a la Unidad U-749 del CIBERER, ha demostrado que la sobreexpresión de uno de los oncogenes más potentes y universales que se conocen, el oncogen c-Myc, está controlada en los linfomas de ratones y humanos por la sub-regulación no sólo de uno sino de varios microRNAs que, de modo natural, actuarían conjunta y coordinadamente para mantener los niveles normales de ese gen.
Sorprendentemente, algunos de estos microRNAs son reprimidos por c-Myc, por lo que el desarrollo de los linfomas parece la consecuencia de romper un equilibrio homeostático generado y mantenido por un mecanismo de tipo feed-back. Este trabajo proporciona una batería de microRNAs que podrían ser utilizados en ensayos terapéuticos para tratar muchas neoplasias hematopoyéticas.
La importancia de este descubrimiento se acentúa si se tiene en cuenta que la proteína MYC carece de la actividad enzimática que sería susceptible de ser inhibida con medicamentos, y por el hecho de que hay empresas farmacéuticas que están investigando la manera de re-expresar microRNAs en células tumorales mediante la utilización de nanopartículas o partículas lipídicas.
Fuente: El Médico Interactivo
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